DE LA COORDINACIÓN A LA CONFUSIÓN

Ley 13/2015

El Registro de la Propiedad y el Catastro Inmobiliario son instituciones de naturaleza y competencias diferenciadas que, no obstante, recaen sobre un mismo ámbito: la realidad inmobiliaria. La coordinación de la información existente en ambas instituciones resulta indispensable para una mejor identificación de los inmuebles y una más adecuada prestación de servicios a ciudadanos y Administraciones”.

“Teniendo en cuenta los antecedentes antes referidos y la dificultad demostrada de cumplir el objetivo común con los procedimientos hasta ahora existentes, la finalidad de esta Ley es conseguir la deseable e inaplazable coordinación Catastro-Registro, con los elementos tecnológicos hoy disponibles, a través de un fluido intercambio seguro de datos entre ambas instituciones, potenciando la interoperabilidad entre ellas y dotando al procedimiento de un marco normativo adecuado, y así de un mayor grado de acierto en la representación gráfica de los inmuebles, incrementando la seguridad jurídica en el tráfico inmobiliario y simplificando la tramitación administrativa

La Ley define cuándo se entiende que existe concordancia entre la finca registral y la parcela catastral y cuándo se entiende que la coordinación se alcanza, y, al tiempo, establece las vías para dejar constancia registral y catastral de la coordinación alcanzada, así como para dar publicidad de tal circunstancia”

DE LA COORDINACIÓN A LA CONFUSIÓN

La coordinación, tal y como refleja la Ley 13/2015, es conseguir la deseable e inaplazable coordinación. Es decir, que vayan de la mano, este es el inicio o punto de partida. Pero esto no se trata de dos elementos, sino de tres en la ecuación: nos falta la realidad física, el elemento clave y más importante. La coordinación debe darse entre registro, catastro y realidad física.

Es posible que en este momento esto no sea tu mayor preocupación. Tal vez quieras vender, comprar , heredar, inscribir por fin la casa o que puedas firmar la hipoteca, eso en el caso de que seas propietario. Pero si eres profesional, la situación no cambia mucho; solo se complica debido a las dudas y preguntas de tu cliente, es decir, más presión.

A menudo, cuando estás a punto de lograrlo, casi tocando el final, algo se interpone en tu camino. Tal vez en tu caso ni siquiera ha empezado, pero el escenario es el mismo: todo se detiene y no puedes avanzar. Para continuar, necesitas un IVGA, un GML, las coordenadas de la edificación o algo similar. En resumen, una historia que poco entiendes y que para ti solo implica confusión; y si eres profesional, la confusión es tanto tuya como de tu cliente.

En total, tenemos confusión y no podemos avanzar. ¿Y ahora qué? ¿Por qué ocurre esto?

Para poder entender todo esto, debemos verlo como un juego. Un juego donde están las cartas, los jugadores, las variables u opciones, unas normas para jugar y una estrategia de juego, para poder acabar la partida. Siempre hay que tener en cuenta dos factores importantes: el tiempo y el dinero. ¿Cuánto va a tardar y qué supone todo esto que me están pidiendo? Sea cual sea tu caso y el punto en que te encuentres, partimos de una propiedad. Esta propiedad tiene una realidad física: la puerta de entrada, el patio, la casa; y la documentación: registral (la escritura) y catastral (el recibo del IBI). Las tres deben reflejar lo mismo; si no es así, hay que modificarlo. Para ello, se debe partir de la historia de la propiedad: de dónde viene, a dónde va, y en qué punto se encuentra, para poder saber hacia dónde ir.

 

Y cómo se hace eso? Con investigación y estrategia.

Cuando tenemos la historia, sabemos cómo ha sido su recorrido y validamos en qué punto se encuentra, es entonces cuando se puede definir el paso a paso para avanzar con claridad. De forma resumida, esto es la coordinación para Gml Plus : la forma que entendemos la coordinación y como lo hacemos. Si te has quedado con ganas de más, te espero en la historia larga. Y si quieres que empecemos con tu propiedad, contáctanos.